Aceite de Oliva Virgen Extra de Olivos Milenarios

Existen muchos elementos que contribuyen a crear la identidad y el atractivo de un territorio: el clima, el relieve, la vegetación, la historia, la gastronomía, etc. Los olivos milenarios de nuestras comarcas son el resultado del trabajo bien hecho de centenares de generaciones de nuestras gentes. Son monumentos vivos que han dejado huella en nuestro paisaje, nuestra cultura y nuestra gastronomía. 

El olivo ha sido protagonista indiscutible de la agricultura mediterránea y sigue siendo hoy en día un elemento básico en el paisaje de nuestras comarcas.

Durante más de mil años, nuestros agricultores se han esforzado en levantar esas paredes de piedra seca que protegen el suelo de la erosión del aire y el agua, en podar, en labrar esos olivares. El resultado de ese esfuerzo, ayudado por un clima y una tierra singular, es la pervivencia de esos ejemplares monumentales, verdaderos gigantes de copas plateadas y troncos nudosos (algunos tienen más de 12 metros de perímetro), que marcan hitos en nuestra memoria.

Hace unos años, muchos de estos olivos monumentales desaparecieron por la dificultad del cultivo (dan menor rendimiento por árbol, entre 40 y 60 Kg de aceitunas / árbol y su recolección es complicada debido al porte), su sustitución por otros, la tala para leña y, en los últimos años, debido a que estos monumentos vivos eran vendidos y arrancados del lugar donde fueron plantados hace miles de años para ser objeto de decoración en zonas ajardinadas de urbanizaciones.

Hoy, estos olivos tan singulares y sus paisajes siguen siendo muy valiosos para el desarrollo de esta zona por su interés educativo, cultural, social y económico. Desde el año 2003, el Grupo Intercoop y la Cooperativa Clot d’En Simó, como iniciativa para la valorización del patrimonio agrario y cultural ligado al olivo, elaboran aceite de oliva virgen a partir de aceitunas procedentes exclusivamente de algunos olivos monumentales localizados en el Maestrat.

Para la elaboración de este aceite de oliva virgen extra se seleccionan las aceitunas de los olivos milenarios catalogados que cumplen las condiciones de tamaño del tronco, buen estado de conservación, buen estado fitosanitario, etc. La totalidad de estos árboles monumentales son de la variedad tradicional Farga. Sobre estos árboles, los técnicos de las cooperativas hacen un seguimiento del cultivo y recomiendan los trabajos a realizar para asegurar que la calidad de la aceituna sea excelente en el momento de la recolección.

Una vez acordada la fecha de recolección en función del estado de la aceituna, se acuerdan las condiciones, horarios de recepción y recolección con cada uno de los socios (propietarios de los árboles monumentales) y se lleva directamente a la almazara para elaborar el aceite mediante un sistema continuo de 2 fases. La elaboración (molturación, batido y centrifugado) se hace totalmente en frío. El tiempo que transcurre entre la recogida de la aceituna y el momento en que empieza a salir el aceite elaborado es inferior a 10 horas. Tras la elaboración, pasa directamente a depósito, donde se realiza una decantación natural.

El resultado es un aceite de aroma complejo y redondo, está compuesto principalmente por aromas a frutas de pulpa roja, tiene multitud de matices florales y de hierbas aromáticas, en boca se comporta de forma armónica y suave, siendo su entrada dulce, al final aparece un ligero amargor, debido a la frescura de la oliva.