Todo lo que se destruye al arrancar un viñedo
Nueva alerta por falta de visión de la Administración: arrancar un bancal único de cepas de la variedad Moristel ubicado en Beniarrés -en las montañas de Alicante- que ha sobrevivido al olvido, desinterés y falta de valoración en el atomizado mundo del vino español.
Este es un caso que explica cómo se pierde diversidad agrícola, singularidad e identidad, al dar la espalda a los frutos de la tierra que no responden a los supuestos dictados de la demanda de los mercados, con una visión retrógrada de los intereses del consumidor y de una auténtica apuesta para alcanzar prestigio en el mundo del vino –como en muchos otros- a través de la personalidad y la originalidad.
Y eso es precisamente lo que puede aportar este bancal de Moristel que ha captado la atención de Juan Cascant del proyecto Microviña, quien es ya un veterano de la lucha contra la destrucción del ecosistema, el aplanamiento del gusto y un abanderado de la protección del minifundio como fuente generadora de bienestar social y económico, al comprender que la expresión de un territorio es lo mejor que se puede poner dentro de una botella, cuando a su vez contribuye con el desarrollo y la preservación de la vida rural como una opción válida y de base, ante el colapso e inoperancia de los sistemas actuales.
Juan Cascant, impulsor del proyecto Microviñas y gerente de la bodega Celler la Muntanya -Muro de Alcoy, Alicante- se ha hecho eco de este intento de atrocidad por parte de la Administración y ha dinamizado en torno al caso de la Moristel de Beniarrés, a un grupo de docentes de la Universidad Politécnica de Valencia y del IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario) quienes han identificado, analizando su ADN, que se trata de una casta jamás encontrada en el sur de España, que en las condiciones en la que se ha criado y cultivado durante más de 80 años, bien puede ofrecer tras una vinificación apropiada, un gran vino procedente de una cepa denostada por no pertenecer al linaje de las variedades que producen “grandes vinos”, que destaque y sorprenda por su originalidad y personalidad.
Pero todo esto será teoría e historia si tras la vendimia se cumple el mandato de arrancar el viñedo. Quedarán para los anales de la historia los resultados de las 3 vinificaciones experimentales que va a realizar Celler la Muntaya y una vez más unos cuantos nos preguntaremos qué clase de fuerza es capaz de condenarnos a la repetición de los mismos errores que nos han traído hasta donde estamos, sin el perdón del desconocimiento, porque ya está más que demostrado que sólo la innovación y la puesta en valor de lo auténtico, es capaz de perfilar un presente alentador y sostenible, que perdure en el tiempo.
Os invitamos a leer el interesante reportaje ¡Hay que salvar esta viña! de Víctor de la Serna, publicado en el MundoVino.com este viernes 15 de agosto de 2014, sobre el caso de la Moristel Alicantino.
http://elmundovino.elmundo.es/elmundovino/noticia.html?vi_seccion=2&vs_fecha=201408&vs_noticia=1408131681
Más información sobre Celler la Muntanya y Microviñas:
http://www.cellerlamuntanya.com/
Escrito por: Irene Zibert Van Gricken