Benifaió es un vergel que nos cuenta historias de Microviñas, cebollas y tomates

Las generosas tierras de Benifaió, trabajadas con esmero y respeto, cuentan historias de alimentos como las que nos relata Josep Marco Sansano, presidente del Convivium Valencia de Slow Food.

Nos cuenta cómo evolucionan lo que un día fueron minúsculas semillas que hoy germinan bajo el sol del Mediterráneo prometiendo cebollas monquelinas y tomates cuarentena -alimentos Arca del Gusto Slow Food-, así como los avances que realiza nuestro convivium para plantar Microviñas de Malvasía y Monastrell, de la mano de Juan Cascant y Toni Boronat de Celler la Muntanya.

Pero dejemos que sea Josep quien nos lo cuente….porque es mucho lo que hay detrás de cada siembra. Cosas sencillas y otras que tienen trasfondo que invitan a la reflexión:

Cebolla Monquelina

Las plantas están en su plenitud, como no podía ser menos en ésta nuestra variedad -la monquelina fina- que a diferencia de sus amigas las híbridas, solo han necesitado un único riego en cuatro meses mientras las híbridas llevan seis. Las últimas lluvias les han sentado de maravilla y empiezan a engordar.

En las últimas fechas han sido muchos los vecinos que nos han querido ayudar indicándonos, según su criterio, cuándo debíamos regar y qué sustratos de síntesis utilizar. También nos han advertido de los hongos -el mildiu- que después de una lluvia se suelen cebar con las cebollas estropeándolas. Como no podía ser menos, a todos hemos atendido pero… ya no recuerdan  la memoria de sus ancestros: ellos decían que la monquelina no se debe regar hasta que sueltes las cebollas de la tierra con la pierna del pantalón al pasar entre ellas y en cuanto a la sendra,  el mildiu, nada hay que temer, la madre naturaleza se encarga de equilibrarlo todo con unos días de viento de poniente. Técnicamente hoy también sabemos que al no haber utilizado nitratos ni otros abonos de síntesis se reduce mucho el riesgo de enfermedades. Esperamos una producción de dos mil quinientos kilogramos para mediados de mayo.

Tomate Cuarentena 

De nuestro tomate cuarentena qué decir, este año hemos confiado una buena parte de nuestras semillas a Vicente de CUTITIS, este es el apodo con el que se le conoce en Benifaió. Vicente y su señora tienen pequeñas huertas familiares en las que siembran y cosechan una gran cantidad de hortalizas, entre ellas tomates y cuando nos enteramos de que Vicente este año repetía con tomate, le propusimos que una parte de la producción prevista fuera de nuestra cuarentena. Vicente no se creía que todavía existía esta variedad auntóctona y que iba a ser un vecino de su pueblo y de sus tierras el que le iba a proveer de semilla. Pues bien, nos ha prometido que plantará unas seiscientas plantas y que al ser las auténticas de esta zona prevé una producción de más de dos mil kilogramos de tomates, de los cuales nuestro convivium ya tiene apalabrados trescientos. Si Dios quiere, los disfrutaremos a partir de finales de junio.

Microviñas de Malvasía y Monastrell

Nuestro convivium está empezando los trámites necesarios con la Universidad y Conselleria para iniciar un proyecto de investigación con algunas de nuestras variedades de uva autóctonas en un entorno perdido para ellas, cerca del mar y tan solo a diecinueve metros de altura sobre el nivel del mar. Hemos encontrado vestigios de Malvasía y Monastrell en la zona de Benifaió, justo en los alrededores del Moli Vell. En estas tierras, antiguamente de secano, solo se criaba olivo, algarrobo, viña y cereal, y fue cuando vino el agua a través de la Acequia Real de Júcar cuando se tornaron a regadío. Hoy es un perfecto calvario y entresijo de leyes y derechos de unos organismos sobre otros, el mero hecho de plantar viña en una zona donde existía de manera espontánea y natural y es por eso que nos hemos tomado muy a pecho este proyecto.

En este año de los huertos familiares pretendemos ofrecer un poco de luz sobre este trasnochado sistema de control de producción de alimentos  que no solo decide qué y cómo debemos sembrar, si no también dónde. En el Convivium Valencia de Slow Food trabajamos para devolver la real soberanía alimentaria dejando al libre albedrío de los habitantes de un lugar, decidir cómo y con qué prefieren alimentarse; eso si, lo haremos sin acritud y con tolerancia como nos enseñó nuestro mentor Carlo Petrini; bueno también puede que practiquemos un poco de la austera anarquía que caracteriza nuestra asociación.