Panorama gastronómico y comunicador en un GastroUp
La segunda edición del GastroUp de este sábado 22 de noviembre de 2014, organizado por la Unión de Periodistas de la Comunidad Valenciana, ha configurado un escenario de los entresijos que se cuecen tras bastidores en la actualidad del periodismo en general y del gastronómico en particular.
Desde la comida como placer sensorial, excelencia, compromiso y negocio, así como los aspectos que tienen que ver con el alimento, el origen, la salud y las implicaciones que tienen las formas de producción, distribución y consumo con la contundente y reivindicativa exposición de Héctor Molina, defendiendo desde el terreno de los agricultores y productores, el valor del alimento como base de la cocina de éxito.
La jornada contó con profesionales especializados en periodismo gastronómico como Curro Lucas, quien desde su experiencia y como fundador de The Foodie Studies, expuso las claves para la profesionalización y la formación específica que requiere la divulgación en este sector, cómo detectar las opciones de innovación presentes en la transversalidad del ámbito gastronómico, que permiten explorar formas de comunicar y de hacer viable el ejercicio de la profesión basándose en la ética, la coherencia y una identidad propia que fundamente la credibilidad de las opiniones.
El caso de éxito de Cristina Martínez –Garbancita– como bloggera y comunicadora, que ha roto esquemas con un personaje que discurre por los ambientes gastronómicos con una identidad y una firma de irreductible personalidad, facilitó un diálogo con la periodista Marta Hortelano donde se desdibujaron los límites del ejercicio profesional del periodismo y la importante influencia de los bloggeros como especialistas en sus fuentes, destacando las fortalezas que se pueden obtener de las sinergias entre los diferentes perfiles que divulgan el hecho gastronómico, más allá de una visión obsoleta de la competencia y el intrusismo.
Sergio Adelantado –vicepresidente de la Academia Valenciana de Gastronomía- el periodista Jesús Terrés, Germán Carrizo y Carito Lourenço –cocineros y responsables de Tandem Gastronómico- metieron el dedo en la llaga sobre la candidatura de Valencia como Capital Gastronómica 2015, poniendo el foco de atención en la pésima y desarticulada gestión realizada por la Administración, que haciendo una vez más alarde de su proverbial sordera y capacidad de estar de espaldas al entramado social –para la ocasión los restauradores, la Academia, los cocineros y todos cuantos ponen en alto el nombre de Valencia en el panorama gastronómico nacional e internacional-, improvisó un documento torpe, incapaz de sustentar una candidatura que contaba con el mérito de todos los que están haciendo un trabajo excelente para dar a conocer la evolución y buena perspectiva de nuestro panorama gastronómico.
También abordaron las dificultades que atraviesan tantos establecimientos por el deterioro de la cultura e identidad gastronómica como fenómeno social, donde una cantidad alarmante de personas ha perdido el interés y los referentes de sabores y calidad de los alimentos auténticos para poder valorar lo comen, eligiendo sólo en función al precio sin prestar atención a lo que están consumiendo, el porqué y las consecuencias de la perversa guerra de precios donde todos salimos perjudicados.
Las tendencias y la realidad del panorama gastronómico de la Comunidad Valenciana sentó a la mesa a Begoña Rodrigo –chefs y propietaria del restaurante La Salita- Héctor Molina –agricultor innovador y fundador de El3ments y a Andreu Escrivá –creador de la guía EatVlc-, para tomar como aperitivo el alegato servido por Héctor Molina, quien basado en un modelo de gestión que dignifica la agricultura tradicional fusionada con las nuevas tecnologías, denunció la destrucción de los ecosistemas tradicionales, los tendenciosos estándares de calidad y seguridad alimentaria resultados de la manipulación de la industria con sus modelos obsoletos de producción a gran escala que arruinan la economía local y saturan los mercados de productos supuestamente baratos, que representan una descomunal factura pendiente de pagar en cuanto a sostenibilidad, pérdida del placer alimentario por el disfrute de alimentos suculentos por su propia naturaleza y lo que en cuanto a salud va a representar para los sistemas sanitarios los modelos actuales de producción y alimentación, que generan infinidad de enfermedades crónicas como obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes y muchas otras que tienen su origen en la distorsión de los modelos de alimentación saludables que han sido sustituidos por la desmesurada y agresiva oferta de alimentos industrializados.
El turno de Andreu Escrivá con su guía en inglés EatVlc y otras incursiones como blogger en castellano, puso el acento en la información contrastada que gana terreno sobre publicaciones de recomendaciones de establecimientos que confunden la realidad del panorama gastronómico de la Comunidad, además de la importancia de superar la costumbre de la crítica como castigo donde sólo se destaca lo malo, para perseverar en un tipo de recomendación y crítica constructiva que promueva la autocrítica de los establecimientos y el reconocimiento de la auténtica calidad.
Begoña Rodrigo sirvió un suculento bocado de claridad para ser degustado lentamente, con respecto a la truculenta trastienda de algunos círculos de presión en torno a los restauradores valencianos, que con sus prácticas destructivas, pretenden mantener una hegemonía sobre las valoraciones de restaurantes que evidentemente hoy en día compite con el vertiginoso universo de las redes sociales, donde si bien todo se ventila con mayor o menor rigor, termina por enaltecer la comunicación fundamentada y ética que desempeñan los periodistas gastronómicos y bloggeros especializados, cuyo prestigio no se comercializa y se basa en las experiencias gastronómicas experimentadas en directo.
El desenfado de Mikel López Iturriaga presentando su nuevo libro “Las 202 mejores recetas de El Comidista” desmitificó la idea de que el humor está reñido con el rigor de la información. Un sello personal y una manera de hablar de gastronomía que desde sus inicios inyectó aire fresco a una sección acostumbrada a las frases retóricas y encumbradas en terminología hermética, que aleja a las personas de algo tan humano y necesario como es comer y las experiencias que se generan en torno a la comida. No obstante, quedó claro en el diálogo que sostuvo con Mariola Cubells que El Comidista es un especialista en otras áreas del conocimiento humano, en todas aquellas que con la excusa de la comida, animan el interés y el diálogo con los lectores. Para saber más hay que leer el libro.
En esta segunda edición del GastroUp nos hemos encontrado con un panorama gastro-comunicador que se refuerza mutuamente, pero que no dejó de poner el acento en la evidencia de que la gastronomía valenciana vive un buen momento que necesita conceptualizar y consolidar una propuesta capaz de pervivir en el tiempo, que haciendo sinergias con los periodistas y especialistas en comunicación y divulgación, podrá beneficiar a ambos sectores, que como ingredientes principales de una receta, son insustituibles y se necesitan mutuamente.
Escrito por: Irene Zibert Van Gricken