Meló Tendral groc de seca de Quatretonda

Es un melón con piel rugosa de color amarillo y de forma alargada, cual pelota de rugby, de carne dura y crujiente en su juventud y meses después se reblandece cristalizando sus azucares tendiendo a transparentar. La semilla es muy plana y alargada, y al ser de secano es muy dulce y sutil.

Esta variedad de melón es de siembra directa, para preparar la tierra se hace campo profundo abriendo la tierra hasta unos 50/70 cms. de profundidad, después se cierra el suelo y se labra regularmente para eliminar la competencia de las malas hiervas con la planta y preservar la sazón/humedad de las sucesivas lluvias del invierno.

El tipo de suelo en esta zona es de tierra caliza blanca mezclada con margas, sobre un lecho de “tap” margas compactadas impermeables. Después de las primeras lluvia de invierno, se empieza a abonar la tierra con estiércol comportado de manera que se nutre el suelo hasta finales de invierno, a partir de aquí se sigue trabajando la tierra hasta el momento de la siembra finales de abril principios de mayo, en este momento se marca el suelo con cañas donde vamos a hacer “els clots” que es donde plantaremos las semillas. Para plantar las semillas se aparta la tierra seca de la superficie “terra pols” y se allana la tierra húmeda de trabajo, se esparcen de 15 a 20 semillas en una superficie de mas o menos 30×30 cms. cubriéndolas después con tierra fresca. Cuando germinan las semillas y salen las plantas, se aclaran dejando de tres a cuatro plantas a uns 15 cms. unas de otras con lo que queda formado el “clot”, luego se labrara periódicamente de cada 8/10 días, una vez a lo largo del campo y la siguiente al través cruzando con la anterior, y siempre a unos 30 cms. de separación del ojo de la planta para no herir las raíces (si esto ocurriera se pararía el crecimiento de la planta y nos quedaríamos sin producción), se sigue labarando hasta que ya no quede espacio para labrar entre las matas, en este momento las plantas se atan unas con otras cubriendo todo el suelo e impidiendo que se evapore la humedad del suelo.

El único tratamiento que recibe el melonar es de una a dos pasadas de sulfato de cobre y/o azufre por temporada en función de la cantidad de lluvia.

La producción es de 10/15 kg.  De melón por “clot” o grupo de matas, y si todo va bien y no hay ninguna tormenta de verano que ague la cosecha, para la Virgen de Agosto se empiezan a degustar los primeros melones de la cosecha hasta principios de septiembre que por climatología, termina la cosecha.

Y entonces viene lo divertido, todos los melones que hemos ido cogiendo del campo se dejan amontonados en casa para que se purguen y sequen un poquito y pasados unos 15 días se atan los melones con un cordel y se cuelgan con clavos a “les polaines” (vigas que conforman el techo de las casas)  donde reposaran hasta que decidamos comerlos y duran hasta Pascuas de resurrección. Cuando se esta placidamente por casa y se oye un tremendo “chofffffffff” es que algún melón demasiado maduro se a caído al suelo para disgusto del dueño de la casa y deleite de los animales del corral que dan debida cuenta de los restos del melón.