Confitura de Naranja ecológica de segunda flor – Alimento Tutelado Slow Food

Presentamos una confitura absolutamente singular amparada por la categoría Tutelado Slow Food Valencia, creación de Jordi Bresó.

Se trata de una confitura elaborada con naranja ecológica de segunda flor, la justa cantidad de azúcar moreno, vainilla de Chinantla y cocida muy lentamente, por lo que se logra la consistencia adecuada sin añadir ningún tipo de espesante ni gelificante, solo es fruta, ideal para empezar bien el día con un desayuno donde no pueden faltar los Panes Slow.

Como casi todas las elaboraciones de Jordi Bresó, esta confitura cuenta una historia inspirada en su convicción de elaborar un alimento absolutamente Slow Food, que reivindique el territorio y sus productos a través de recetas tradicionales, que después de una reinterpretación, aporte una nota especial y singular.

El huerto ecológico de César Celedonio es fuente de abastecimiento e inspiración para muchas elaboraciones de Jordi Bresó. En esta oportunidad, César lleva hasta el obrador de Jordi unos cuantos cajones de naranjas de segunda flor, por lo que éste se pone a buscar recetas hasta que se decanta por una confitura con mucha piel, zumo, gajos y un toque de vainilla de Chinantla, producto catalogado como Baluarte Slow Food procedente de esa localidad mexicana ubicada al noreste del estado de Oaxaca.

Las naranjas de segunda flor o naranjas de “Repom”, como se le conoce en Valencia, son aquellos frutos que han nacido de floraciones tardías, por lo que son mucho más grandes, tienen menos zumo y presentan una piel gruesa y rugosa, ideal para hacer confituras.

Además de la confitura en tarros, Jordi también está elaborando croissants rellenos de confitura de naranja y chocolate, además de una pizza-calzone.

¿Por qué Tutelado Slow Food?

La categoría Tutelado Slow Food se destina a aquellos alimentos que no cumpliendo todos los requisitos técnicos para su inclusión en los programas oficiales de Slow Food (Arca del Gusto y Baluarte), se recogen en tutela y se trabaja con ellos por su evidente singularidad, para evitar el peligro de extinción del alimento, de los medios de vida de las personas vinculadas y la pérdida de los sistemas de cultivo.